Mica está completamente enganchada a su celular. En su contexto, musical y visualmente hipersexualizado, quiere ser la más cool. Rodada con cámara subjetiva, 13 usa el frenético lenguaje de las redes y los mensajes, para sumergirse en el mundo de una niña obsesionada por el sexo en medio del mundo de arcoíris, unicornios y barbies que aún pueblan la infancia que se empeña en negarse.