Hace treinta años, el líder comunista camboyano Pol Pot se propuso establecer una nación de personas que vivieran para servir al Estado. Insistió en que todo lo privado, incluso los pensamientos y emociones de sus sujetos, era inmoral. Cuando el plan de Pol Pot para aumentar la producción de arroz fracasó, declaró que se debía a enemigos dentro del partido. Así comenzó la purga de algunos de los seguidores más devotos de Pol Pot y sus familias.