Kehr es un repartidor que trabaja para una gran corporación, la cual vende pastillas que hacen que la gente permanezca joven para siempre. Para no envejecer, Kehr se ve obligado a robar algunas pastillas, lo que hace peligrar tanto su trabajo como la posibilidad de conocer a su padre, a quien siempre le reparte pero nunca le ha mostrado su verdadero rostro.