En este episodio, los Fruittis deciden tomarse un día para relajarse y disfrutar de la tranquilidad, sin tener que enfrentarse a grandes problemas o desafíos. Sin embargo, mientras intentan descansar, ocurren una serie de situaciones cómicas y pequeñas desventuras que les impiden disfrutar de la paz que habían anticipado. Desde situaciones divertidas entre los personajes hasta malentendidos y enredos, el día "tranquilo" rápidamente se convierte en una serie de momentos divertidos que muestran la personalidad única de cada Fruitti.