La rivalidad entre hermanos está en su punto más alto entre Seth y Ashley, y cuando se enfrenta no a uno, sino a dos acuerdos de béisbol que están claramente fuera de su zona de confort, Seth llora una falta. Les se ve obligado a tomar medidas extremas, y volumen, para detener sus peleas antes de que alejen a los clientes, pero ¿llegará demasiado tarde?