Betty Lou está harta de que Alex, su marido, no viva pendiente de ella con la disculpa de que tiene mucho trabajo en la comisaría, sobre todo ahora que investiga un crimen cometido en un motel. Betty Lou ha encontrado una pistola y decide llamar su atención declarándole culpable. Tendrá más problemas de los que pensaba: la pistola es exactamente la del asesinato del motel.