Lo que los humanos ven como sangre los jaguares ven como chicha
HD 030 minutos
En el desierto rural de Bolivia, donde la presencia más importante es el viento moviéndose entre flores de papa y los animales, las personas que cosechan la tierra, aquellas que construyeron los artefactos antiguos y objetos sagrados y los músicos que tocan moseñada –canciones ligadas a los primeros productos de la cosecha– en las calles de la ciudad tienen un punto en común: la labor manual. Con una acertada inclusión de historias de lagos encantados, leyendas que pasan de boca a boca –o de la oralidad al audiovisual, en este caso– y les imprimen un aura fantástica a esas tierras, Luciana Decker Orozco no solo logra capturar sin oscilaciones la vida de campo, sino que recurre al movimiento incesante de las imágenes y al acompañamiento sonoro para definir una experiencia sensorial y trascendental para el espectador.